Ortodoncia es la disciplina de la odontología dedicada a mover los dientes en el hueso alveolar del maxilar y de la mandíbula. Este fenómeno simple y, complejo a la vez, se produce por una secuencia sinérgica de fenómenos físicos (mecánicos) y la remodelación biológica de los tejidos de soporte (biología celular y molecular). El comportamiento físico del movimiento de los dientes por causa de las fuerzas producidas por los aparatos de ortodoncia se diseña y trabaja con diagramas simples de cuerpo libre que tienen base en las tres leyes de Newton.
El sistema biológico del diente o grupo de dientes reacciona, en forma rápida y ordenada, a la variación en la magnitud de la fuerza que se produce y trasmite por los alambres de diversos aleaciones y calibres que se meten dentro de las ranuras de los brackets, la presión por fricción de las placas de acetato (placas de alineación), el tiempo de aplicación, la direccionalidad a las células receptoras y las cascadas de señalización química, que finalmente, producen la remodelación ósea y el movimiento.
Una buena comprensión de la biología del movimiento dental, con base en evidencia científica, ayuda al clínico a desarrollar técnicas de aceleración en ortodoncia sin dañar o lesionar los tejidos de soporte y los dientes. Estas aplicaciones clínicas son necesarias, ahora más que nunca, debido al incremento en las consultas de pacientes niños y adultos mayores que necesitan tratamientos preventivos, interceptivos y correctivos que se hacen con aparatos removibles y fijos, que producen diferentes niveles de fuerza y otros que requieren atención interdisciplinaria eficiente y con menor riesgo.